PAPELES

Estos árboles habitan historias.
Caen los ramajes del baldío panorama
dejando desnudas las palabras.
Un sitio hueco
un tronco redondeado
a cincel
pulido y suave ahora
cuando el río fluye
cercano
o cuando simplemente moja
gota a gota
los páramos
amarillentos
bajo esa luna
argentada y violenta,
cierro los libros
sobre los que puse las hojas
marchitadas
las flores secas
opulentas.

Con el roce del dedo
acaricio todo los demás
y de espaldas lentamente
camino, sobre el techo
apaciguado de piedras
que recuerdan un infinito marmóreo.

ELECCIÓN

Subí al tranvía
pregunté
si había empezado
el baile
las costumbres análogas
eran opulentas
lo que despejaba
mis dudas.
En el interior
instalé el pudor
que al roce
contactaba con mi piel
fría.
Era intenso todo
el llanto contenido
(ni una queja)
el viento externo
perfecto.
Salté los surcos
arcillosos
al olor del heno
y un asfalto gris
en mis imágenes
de ahí fuera.

GAS NOBLE

Para Guillermina (y Jorge)

 veces el viento empuja fuerte hacia el otro lado a quien hemos amado,
luego la brisa le devuelve a los océanos…]

Te fuiste
gas noble de nostalgia
dejando una luz breve
tan eterna
entre luciérnagas
para que te buscara
asomada en la pantalla
de una película real
vívida
percibida
a través de mis párpados
desvelados por ti.

Ando día a día
en silencio
amordazando tu recuerdo
desvelando el aroma
de la piel que te habitaba
los rincones
en los que dejé mis manos
las que cuidaron
tu pensamiento, tu cortés existencia.

No me pidas
el sombrero, ni la máscara
que modelan hoy mi vida
dentro del océano,
te pido risas
y letras para sustentar
ésta sin vida
tuya, mía
nuestras.
Que dejaste respuestas
incompletas
en un horizonte de dudas…

Vuelve, sigiloso
en la brisa
en el mar donde navegamos
vuelve entre árboles
dando sombra
vuelve y regresa
sin prisa,
en la noche transparente,
caballero
para recordar
y no olvidarte nunca,
vuelve,
vuelve, para envolverte.

PERMANECER

[Con una inusual
belleza tardía
previa a la tímida dulzura
sonrió
y quedó tendido
en el puente].

La luz ajada
estaba quieta
insurrecta
de ahí el vacío.
Los pasos conducían
hasta la aterciopelada estela
caprichosa, densa
cuajada de materia inerte.

Te he traído
mil preguntas
augurando el silencio
invitándote a ser más libre
a permanecer
a ser estando
sintiendo.

Hoy regalándote
las tintineantes
aguas del rocío
lo veo todo
más mío
o nuestro
para que mires
en mis paisajes ocres
esos que tanto me gustan.

AQUELLAS TARDES

Prometí seguirte
a través de las fronteras
en medio de divisas extranjeras
apátridas
allí encontré el tumulto,
enfervorecido, apretado.

Olía a inciensos
a bazar
atestado de brillos
con cueros añejos y malolientes.

Quisiera haber perdido
tu aurora, tus aromas
estar lejos de las sábanas roídas
de aquellas habitaciones alquiladas
donde envolvíamos un amor
terco, obstinado
cerca del todo
cada tarde
transitada de tabaco y alcohol.
Te dije susurros en los párpados
temiéndome despertar
del jardín podrido
donde las flores ya no olían.

Dije: hasta luego
mil veces
y no cumplí nada.
Por eso hoy interrumpo
tus ausencias
yo misma parto
entre los cipreses
a la tierra dorada de dunas
tratando de no mentirme más
y dejar correr el viento
la brisa
y tu recuerdo.